13 de enero de 2008
Acabo de llegar de pasar una noche lúdica en casa de José Ignacio y aunque hemos jugado a unos cuantos juegos, os contaré cómo ha ido la partida de Alexandros que hemos jugado José Ignacio, Esther y yo.
![](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_vUl9gt0zftac22S1Ca-PLeaTd2dfu6GsUyMI5HuKrGoP-W9FyzZOj0ZSDGQEHBJjvSrH3zeC56EtITAZSsjvIEGI8IeVW3qX2gPFxK-GuTXgL0bCupyLCXvXo=s0-d)
Básicamente, el juego consiste en ir moviendo a Alejandro Magno, que va dejando un reguero de muralla a su paso (ver foto), y después hacer dos de estas cuatro acciones:
Pues bien, al principio de la partida he cerrado unas cuantas provincias y a partir de ahí me he dedicado a recaudar impuestos en cada turno, ya que tenía más puntos que los demás y cada vez que recaudaba aumentaba la distancia con mis competidores.
José Ignacio, por su parte, intentaba dividir mis provincias en trozos (moviendo a Alejandro Magno astutamente).
Y Esther, mientras luchaba por no caer rendida en los brazos de Morfeo, y por no saber muy bien qué hacer, iba recolectando cartas todos los turnos.
En la recta final, y casi por arte de magia, Esther ha invertido los millones de cartas que tenía en su mano en quitarles las provincias a los demás y a recaudar impuestos, cual hordas vikingas sedientas de venganza. Resultado: en la última recaudación me adelanta, se pone 101 a 99 y gana la partida.
Yo que me veía ganador, me toca volverme a casa a las cuatro de la mañana, con la miel en los labios, el Alexandros bajo el brazo y pensando en qué iba a escribir en el blog ;)
Ha estado divertido, jejeje
Básicamente, el juego consiste en ir moviendo a Alejandro Magno, que va dejando un reguero de muralla a su paso (ver foto), y después hacer dos de estas cuatro acciones:
- Coger carta
- Ocupar una provincia vacía (un territorio conexo delimitado por costa o barreras)
- Ocupar una provincia de otro jugador, pagando un huevo de cartas, por cierto
- Recaudar impuestos
- Coger un muñeco tuyo del tablero, que tenías ocupando una provincia
Pues bien, al principio de la partida he cerrado unas cuantas provincias y a partir de ahí me he dedicado a recaudar impuestos en cada turno, ya que tenía más puntos que los demás y cada vez que recaudaba aumentaba la distancia con mis competidores.
José Ignacio, por su parte, intentaba dividir mis provincias en trozos (moviendo a Alejandro Magno astutamente).
Y Esther, mientras luchaba por no caer rendida en los brazos de Morfeo, y por no saber muy bien qué hacer, iba recolectando cartas todos los turnos.
En la recta final, y casi por arte de magia, Esther ha invertido los millones de cartas que tenía en su mano en quitarles las provincias a los demás y a recaudar impuestos, cual hordas vikingas sedientas de venganza. Resultado: en la última recaudación me adelanta, se pone 101 a 99 y gana la partida.
Yo que me veía ganador, me toca volverme a casa a las cuatro de la mañana, con la miel en los labios, el Alexandros bajo el brazo y pensando en qué iba a escribir en el blog ;)
Ha estado divertido, jejeje
No hay comentarios:
Publicar un comentario