Bohnanza


24 de enero de 2008



  • Descripción: 3, 4 ó 5 agricultores pugnan por ser el que mejor provecho saque a sus cultivos de judías.
  • Preparación: 5 cartas por pagès. El orden inicial de éstas no podrá ser cambiado y todas las cartas que reciba deberán ser añadidas al final de las que tenga en la mano y, por contra, plantará siempre la/las cartas del principio. Además cada jugador posee dos huertos donde plantar judías.
  • Sembrando: El turno de un jugador empieza plantando siempre la primera carta de su mano. Si le interesa puede plantar también una segunda carta. Ni una más.
  • Comerciando: A continuación gira dos cartas del mazo que puede plantar en sus huertos o comerciarlas con los jugadores. Ésta es la fase primordial del juego y la que le da la gracia. Los jugadores ofertan cartas de su mano por las que hay giradas y el jugador que está en turno también puede añadir judías de su mano para hacer más atractivo el negocio. También puede regalar las cartas en cuestión si no le interesa plantarlas y alguien acepta el regalo (suele pasar, por suerte). Una vez se cierran todos los tratos, los jugadores plantan obligatoriamente todas las judías que han recibido.
  • Recolección: En cualquier momento, cualquier jugador puede recolectar judías plantadas en sus huertos cobrando a razón de la tabla que figura en cada carta. Las monedas están en el reverso de las cartas. Además los jugadores pueden comprar también cuando lo deseen un 3er huerto para facilitar su gestión.
  • Llenando el silo: Por último, el jugador roba 3 cartas que coloca al final.
  • Fin del juego y ganador: Después de gastar 3 veces el mazo, se acaba la ronda en juego, se recolectan todos los huertos y se cuentan las monedas ganadas por cada jugador ganando el que más tenga. Mala suerte si quedan cartas en la mano y huertos que no den beneficio.
  • Comentarios: Fácil de aprender y de jugar. En un par de partidas uno se da cuenta de qué negocios son beneficiosos y con qué otros nos están tomando el pelo. No hay la misma cantidad de cada judía y, por tanto, no son todas igual de fáciles de conseguir.

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